
Era una noche de verano cuando el sol estaba a punto de morir detrás de aquellas montañas, que desde el mar parecían ser el fin de un paraíso aislado de todo problema, cuando la brisa marina me acariciaba mientras yo caminaba por la arena de aquella playa que tantos buenos momentos me traía.
De pronto cuando yo creía que estaba casi aislada de todos y que sólo las olas del mar eran testigos de mis pensamientos, un joven con apariencia de ángel, irrumpió en mis pensares y me invitó a dar un paseo por aquellas arenas y me dijo que me enseñaría el verdadero significado del verbo pasear, yo acepté aquella invitación y comenzamos a andar.
Él me iba enseñando, como el mejor de los guías, los distintos paisajes que se podían apreciar desde la orilla; el más bello sin duda para mí era la puesta de sol, cuando el astro rey se iba ocultando y el cielo tomaba un color rosado para dar paso a la reina de la noche veraniega, la luna, la cual aparecía tímidamente, para apreciar otra noche más y desde la altura, a todos los que debajo de ella salía a la calle para disfrutrar.
En compañía de aquel joven, recorrí toda la orilla, y gracias a él, me di cuenta de lo que significó para mi aquel paseo, ya que cambió mi manera de entender aquella maravillosa forma de andar. A partir de aquel momento, tuve otro concepto de pasear, ahora es para mi, una forma estupenda de aprecir las maravillas que te pueden mostrar diversos paisajes, que normalmente ni siquiera nos paramos a mirar aunque lo tengamos delante de nosotros. También aprendí que aquel jove fue el verdadero culpable de mi cambio de actitud ante aquella palabra, ya que gacias a él, desde aquel día el verbo pasear se convirtió para mi, en el más bello de todos. Y por esto supongo, que ahora cada vez que voy a la playa, busco a esa persona que tanto me enseñó durante aquel paseo por la orilla de la playa, para contarle todas las maravillas que descubrí desde aquel día.
Mis pensamientos han cambiado mucho desde aquel paseo, ya que desde chica escuché que pasear era bueno y además podías pasar buenos ratos en compañia de personas queridas, o simplemente sola; pero yo creía que esa era una simple manera de andar, y que no tenía tanto misterio, hasta que descubrí el auténtico secreto y significado de pasear.
Bueno esto es un texto que escribí hace algunos años y que hoy me he decidido a escribir, porque me dada un poco de "corte" hacerlo antes porque yo no soy ninguna escritora ni nada, sólo que de vez en cuando me gusta escribir cositas.
Mari